Los senos cambian en tamaño y forma durante el embarazo, lactancia y destete.  Estos cambios pueden ser pequeños para algunas; y bastante notables para otras.  Las hormonas, la genética y la ganancia de peso son algunos de los factores que determinan cuanto tus senos crecen y cambian.  Personas con diferentes formas y tamaños de seno logran amamantar a sus infantes exitosamente.

El pezón es el área en el seno, que usualmente esta levemente sobresaliendo de la areola.  Cada pezón tiene muchas pequeñas aperturas, que llegan desde los ductos mamarios, y permite que la leche llegue al infante.  El tamaño y forma del pezón varia de persona a persona.

Sí es posible amamantar luego de haber tenido cirugía de seno.  Con los avances de la medicina en técnicas quirúrgicas, los cirujanos pueden lograr preservar tejido mamario, de forma que persona pueda luego producir leche y amamantar.  Usualmente las técnicas que menos afectan la producción de leche son aquellas donde el pezón se ha conservado intacto (aun cuando se haya movido).  En otros casos donde la cirugía ha comprometido las glándulas mamarias, se ha logrado maximizar la producción de leche en aquellas porciones del sistema mamario que no fueron afectadas por la cirugía.

La leche humana es la fuente ideal de alimento y nutrición para los infantes humanos.  Cada lactante produce leche específica para su infante.  La leche humana contiene todo lo que un infante humano necesita para crecer, desarrollarse, madurar y sobrevivir.  La leche humana no es solo una fuente completa de nutrición, sino que también ayuda a proteger a los infantes de enfermedades y condiciones durante su crecimiento.

La mayoría de las personas pueden amamantar, no importa el tamaño ni la forma de los pechos.  Sin embargo, hay unos pocos casos donde la insuficiencia de tejido mamario pudiese interferir con el amamantamiento.  Lo ideal es que el medico obstetra o partera examine los senos de la persona durante la gestación, para descartar cualquier posible problema; y de haber problemas, trabajar con ellos y hacer un buen plan de manejo para el momento de la lactancia.

Una de las situaciones que pueden afectar la lactancia y la producción de leche son los senos tubulares o hipoplásicos.  Este tipo de seno suele aparecer delgado y fino; o largo y tubular.  La areola puede ser bien grande; y los senos verse bastante disparejos, y separados uno del otro.  Las personas con insuficiencia de glándulas mamarias (o glándulas mamarias no desarrolladas) pueden no contar con una buena producción de leche.

Los senos tubulares son senos pobremente desarrollados.  Ocurre cuando la persona tiene insuficiencia de tejido mamario, que es el tejido que produce leche.  Esto causa que no tenga ninguna o poca producción de leche.  Esta condición se conoce como hipoplasia, síndrome de senos tubulares, o pechos tuberosos.  

Muchas personas no conocen que tienen senos hipoplásicos hasta que están embarazadas o luego de haber parido, cuando se le presentan problemas de lactancia.

Contrario a la creencia popular, NO hay que llevar una dieta especial si se está amamantando.  La lactante puede comer todo lo que quiera.  No hay que evitar ningún tipo de comida si se está amamantando.  Alrededor de mundo miles de lactantes llevan dietas donde se utiliza bastante condimento, ajo, y vegetales.  Aun las personas que no llevan una dieta saludable pueden producir leche de buena calidad.  

 

La mayoría de las personas comienzan a cambiar sus hábitos de alimentación durante el gestación .  Muchas comienzan a usar suplementos vitamínicos prenatales, comienzan a ingerir alimentos más saludables, y bajan su consumo de cafeína.  Si ya se hicieron estos ajustes en la dieta, estos se pueden continuar durante el amamantamiento.  La importancia de que la lactante se alimente de forma saludable es debido a que el cuerpo toma los nutrientes que la persona almacena en los huesos, tejidos y grasas, para crear la leche, de forma que el infante reciba la nutrición que este necesita.