Varias hormonas son importantes para producir leche (incluyendo la prolactina, hormona de la tiroides, insulina, cortisol), y para la bajada de leche (la oxitocina). Si la persona tiene un desequilibrio hormonal subyacente, o necesita tratamiento de infertilidad para concebir, esto puede ser una alerta sobre el que también pueda tener problemas con la producción o bajada de la leche.
La mayoría de los infantes pueden amamantar. Sin embargo, hay ocasiones donde puede existir en el infante cierta condición metabólica rara; en estos casos, muchas veces no se debe amamantar, o solo se puede amamantar parcialmente.
De acuerdo con la Asociación Americana de Desórdenes Autoinmunes, se estima que 1 de cada 5 personas (2/3 de ellas mujeres o personas con útero) viven con una enfermedad autoinmune en los EU. Las personas con desórdenes autoinmunes enfrentan barreras únicas a su condición, tanto en la gestación, como en la lactancia, ya que rara vez se toman en consideración en la literatura dirigida a esta población.
Cuando hay un desorden autoinmune, el sistema inmunológico se confunde, y no reconoce la diferencia entre las células “normales” y “anormales”; auto-atacando al propio cuerpo, causando diferentes síntomas y enfermedades; algunas hasta atentan contra la vida de la persona que lo padece. Las enfermedades autoinmunes están dentro de las primeras 10 causas de muerte en mujeres o personas con útero de menos de 65 años.
El amamantar a múltiples no significa que no sea posible amamantar exclusivamente, o que la experiencia de lactancia no sea una satisfactoria. Es de suma importancia que la persona con embarazo múltiple se prepare física y mentalmente para el amamantamiento. Las primeras semanas de los infantes, la lactancia debe ser su prioridad. Estas primeras semanas suelen ser agotadoras. Hay que asegurarle a la persona que esto no será así para siempre.
La mayoría de los múltiples suelen nacer prematuramente, así que es bien importante que estos reciban leche humana. Si esta es la primera experiencia de la persona amamantando, es importante que esta se eduque con información actualizada. Muchas veces, en particular en embarazos (o partos) de alto riesgo, la persona se enfrenta a barreras, e información errónea, muchas veces presentada por profesionales de la salud, familiares y amigos.
Es de suma importancia que la persona cree un buen equipo de apoyo para esos primeros días y semanas. Es importante que el pediatra no solo apoye, sino que también tenga conocimiento sobre la lactancia. Lo ideal es encontrar este tipo de pediatra desde antes que nazcan los infantes. Es importante que la persona cuente en su equipo con personas que tengan conocimiento de lactancia, que le brinden apoyo, en especial en momentos difíciles.
La decisión de destete durante un nuevo embarazo es una decisión personal que sólo la pareja lactante puede tomar.
No existe ningún estudio científico que indique que la persona no debe amamantar mientras está gestando. La cantidad de oxitocina que se libera al amamantar no es suficiente para causar que la cérvix se dilate. La oxitocina también se libera durante las relaciones sexuales, lo cual se considera seguro en la gestación. Si la persona se encuentra gestando múltiples, o está en riesgo de sufrir un aborto, o parto prematuro, entonces se le podría recomendar descontinuar el amamantamiento.
Siempre y cuando la persona se nutra bien, el continuar amamantando durante la gestación no privará al feto de nutrientes. Es importante una dieta balanceada, para que la persona se encuentre nutrida y saludable.
La lactancia en tándem significa que se continúa amamantando al infante mayor una vez nace el nuevo bebé. Muchas personas que practican la lactancia en tándem mencionan que la lactancia ayudó a que el trotón aceptara mucho más fácil al nuevo bebé; y a la transición de “compartir a mamá”. La lactancia en tándem también crea enlaces entre hermanos.
Relactancia es ¨reiniciar¨ la producción de leche de persona luego de que esta (la producción) ha sido reducida o secada luego de semanas o meses sin amamantar. Puede que la persona no haya comenzado él amamantamiento luego del parto.
La persona que desea relactar debe tener una idea realista de los que se requiere para que ella decida por sí misma si esto es algo que ella quiere hacer. El proceso de relactar consume mucho tiempo de la persona --especialmente en las primeras dos semanas. Es bien importante que se le pregunte a la persona si está dispuesta a hacer el proceso de relactancia una prioridad.
La persona necesita reevaluar su deseo de relactar vs. sus otros compromisos. El proceso debe llevar un seguimiento propio con una consultora de lactancia certificada experimentada en relactancia.
A la lactancia de un bebé o infante al que no se ha gestado se le conoce con el termino de “lactancia inducida”. Esto describe a la persona que no ha estado embarazada, ni ha pasado por el proceso del parto, pero que se encuentra lactando a su nuevo bebé. Esto puede ocurrir en casos de adopción, vientre subrogado, y co-lactancia.
Aunque muchos hemos estado familiarizados con las nodrizas, muchas veces se desconoce que no es necesario haber gestado anteriormente para poder lactar. Aun personas sin útero ni ovarios pueden lactar, ya que es la glándula la pituitaria la que controla este proceso.
Se puede esperar que la persona que está induciendo la lactancia logre producir una leche parecida a la que produce una madre biológica a los 10 días posparto. Esta leche contiene anticuerpos, factores de inmunidad y otros componentes que son de gran beneficio para su bebé, sin incluir los beneficios emocionales que trae el enlace especial con su bebé que se consigue a través del contacto en el pecho.
La aversión es un fenómeno que algunas personas lactantes experimentan, que incluye sentimientos y pensamientos negativos mientras su infante amamanta. Muchas dicen sentirse en ciertos momentos “agitadas”, deseando remover al infante del pecho inmediatamente. La persona muchas veces se sorprende, ya que la mayoría que padece de aversión le gustaría continuar amamantando.
Estos sentimientos paran tan pronto se desprende al infante del pecho. Cada persona puede tener un nivel de severidad diferente. Sin embargo, la manifestación de aversión es similar. Muchas personas no lo hablan, debido a que se sienten culpables y avergonzadas de tener estos sentimientos negativos, luchando solas con el conflicto interno de querer amamantar, pero a la vez, sentir aversión cuando se amamanta. Muchas terminan destetando, en especial, cuando la aversión es severa (lo cual también las hace sentir culpables).
Para las personas lactantes que sufren de aversión, estas sienten una necesidad extrema de desprender al infante del pecho, que no se le va hasta que este se desprende.