Los beneficios del amamantamiento son conocidos por la mayoría de las personas. A muchas familias les preocupa cómo podrán brindar leche humana a sus infantes cuando estos padecen de paladar hendido o labio fisurado. Hay que asegurar a estas familias, que aun cuando al principio puede no ser posible amamantar directamente al pecho sí es posible alimentar al infante con leche humana.
Muchas personas aprenden a amamantar a su infante con alguna variación de estas condiciones, desde el nacimiento, o en algún punto luego de este, usando diferentes técnicas, como posicionamiento, compresión de seno, uso del suplementador, pezonera, o una combinación de diferentes técnicas.
La lactancia es importante para estos infantes, ya que la alimentación artificial tiene el potencial de mayor riesgo de infección. Hay que tener esto en cuenta, ya que los infantes con paladar hendido están más propensos a las infecciones de oído, ya que los tubos de Eustaquio (que van desde la parte trasera de la nariz hacia el oído), se llenan de leche cuando estos tragan. La leche humana contiene factores de protección de inmunidad que la fórmula no contiene. El proteger al infante de infecciones es bien importante, ya que estos infantes van a pasar por cirugías para corregir estos defectos de nacimiento.
El amamantamiento al pecho promueve el desarrollo óptimo facial y de la mandíbula, ya que el infante ejercita los músculos faciales mientras amamanta. Los infantes con estas condiciones necesitan cuidado adicional. La lactancia ofrece al infante mucho contacto piel con piel, lo que ayuda a crear una relación de amor y confianza con la persona lactante. La leche humana contiene factores epiteliales de crecimiento y lisozima, que ayuda a prevenir que la cirugía se infecte. El amamantamiento consuela al infante; y el pecho no lastima la boca.
Las anomalías congénitas cardiacas es un término que se utiliza para describir un número de diferentes condiciones que afectan el corazón del bebé. Estas anomalías son problemas que ocurren cuando el corazón del bebé se está desarrollando durante la gestación, antes de que el bebé naciera. Las anomalías congénitas cardiacas afectan a 1 de cada 120 bebés en los Estados Unidos, siendo este el defecto del corazón de nacimiento más común.
Se deben dar unos pasos específicos durante la gestación para que el corazón del bebé se desarrolle de forma correcta. Por lo general, las anomalías cardiacas son resultado de cuando uno de estos pasos no ocurre en el momento adecuado.
El reflujo es un problema común, en especial en infantes que nacen de forma prematura. Cuando el infante sufre de reflujo, esto significa que el músculo en la parte superior del estómago (llamado esfínter esofágico inferior o LES) permite que el contenido del estómago suba hacia el esófago. Para la mayoría de los infantes el reflujo es leve. Eso significa que aunque el bebé bote buches, el bebé se encuentra contento y saludable. En estos casos no es necesario el tratamiento.
Sin embargo, para otros bebés el reflujo es severo. El reflujo que es lo suficientemente severo como para necesitar tratamiento se denomina enfermedad por reflujo gastroesofágico (GERD).
Muchos recién nacidos sufren de ictericia, la cual se nota en el infante un color amarillento en la esclera de los ojos y en la piel, por los altos niveles de bilirrubina. Por lo general, los niveles de bilirrubina aumentan debido a la inmadurez del hígado del infante, que no elimina la bilirrubina rápidamente, haciendo que los niveles de bilirrubina aumenten entre el segundo y quinto día. Y mientras que esto ocurre a la mayoría de los recién nacidos, hay ocasiones donde los niveles de bilirrubina llegan a unos niveles altos peligrosos (hiperbilirrubinemia), pudiendo causar daño cerebral.
El infante con hipotonía tiene un tono muscular pobre, donde puede estar comprometido el cerebro, nervios y cordón espinal. Las causas pueden incluir daño cerebral, hipoxia (debido a la falta de oxígeno), o desórdenes que afectan los nervios de los músculos del cuerpo.
Un infante con hipotonía tiene una succión pobre, y una lengua poco efectiva. Muchos no coordinan la succión con el tragar y el respirar. Debido a esto, es necesario que se le ofrezca apoyo adicional mientras amamanta (como el agarre de Dancer). En algunos casos, el infante con hipotonía carece del instinto de succión, o este es muy pobre. En muchos de los casos, los músculos faciales están tan débiles, que se le dificulta lograr una succión fuerte. En algunos casos, el uso de la pezonera logra ayudar con la succión.
Hay que asegurarse de que el agarre al seno de estos infantes sea apropiado. De lo contrario, se puede afectar su ganancia de peso. Por lo general, la succión va mejorando con el tiempo. Algunos de los casos de infantes con hipotonía requieren que se suplemente al infante; que se cambie frecuente de pecho; que la persona se extraiga leche después de amamantar.